La playa de Valencia es muy especial para todo ser que la pise por primera vez, en la vida no se la puede olvidar, tiene un algo que la hace universal.
Extremadamente turística y de pueblo a la par, puedes pasarte toda la tarde mirando, y no te aburres un momento, ves pasear a los padres dando de merendar a sus hijos, a los vecinos del cabañal con sus cestos y sus sillas plegables dispuestos a cenar,ves bailarines, gente tan peculiar, haciendo deporte, cantantes de tangos haciendo arrumacos a las mujeres al pasar.
La playa de la malvarrosa tiene una zona para meterte al agua totalmente accesible, para personas con movilidad reducida, es de las más concurridas.
El paseo marítimo, te invita a todo, a reflexionar solo mirando , distraerte sentado en cualquiera de sus muchas terrazas.
A su orilla hay un Hospital, que antes era el Sanatorio Maritimo Nacional de la Malvarrosa.
Extremadamente turística y de pueblo a la par, puedes pasarte toda la tarde mirando, y no te aburres un momento, ves pasear a los padres dando de merendar a sus hijos, a los vecinos del cabañal con sus cestos y sus sillas plegables dispuestos a cenar,ves bailarines, gente tan peculiar, haciendo deporte, cantantes de tangos haciendo arrumacos a las mujeres al pasar.
La playa de la malvarrosa tiene una zona para meterte al agua totalmente accesible, para personas con movilidad reducida, es de las más concurridas.
El paseo marítimo, te invita a todo, a reflexionar solo mirando , distraerte sentado en cualquiera de sus muchas terrazas.
A su orilla hay un Hospital, que antes era el Sanatorio Maritimo Nacional de la Malvarrosa.
Es la maravillosa playa de Sorolla y Blasco Ibañez de los primeros hippis, de las primeras cojas, que iban a bañarse, a la hora de la siesta, cuando muy poca gente las podía observar.
De ese modo se me entremezcla mi pasado y presente, mis vivencias en ella, amores frustados, proyectos rotos, semanas de lloros, y horas de risas, era mi cárcel y mi libertad.
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